¿Brinda el sistema educativo colombiano actual las herramientas necesarias para el mundo laboral?

La tasa de desempleo en Colombia para agosto de este año fue de 10.6%
Según el Ministerio de Educación durante 2021 más de dos millones de personas se matricularon en programación de educación superior y más de 500 mil en ETDH (Educación para el trabajo y el desarrollo humano)

La educación es un eje trasversal en el proyecto de vida de cualquier persona y una herramienta que permite encontrar un trabajo digno, o la generación de emprendimientos, para lograr tener una mejor calidad de vida.

En Colombia existe la educación formal y la no formal. A la primera se le conoce como educación superior, comprendida por los programas universitarios de pregrado y posgrado, pero en esta categoría también se debe incluir la formación técnica y tecnóloga, que es de menor duración y, en principio, fue pensada para dar respuesta de manera más rápida a las necesidades del mundo laboral.

Por otra parte, está la denominada ETDH “Educación para el trabajo y el desarrollo humano”, que en su gran mayoría se compone de programas técnicos laborales y, por su similitud con la formación técnica tradicional, podría ocurrir que las personas y empresas no identifiquen las diferencias y, por lo tanto, no se valide la importancia de vincular a personal idóneo y formado bajo esta modalidad, impactando de forma negativa en el mundo laboral.

Debido a la confusión que se presenta entre los diferentes modelos educativos existentes en Colombia, también se da un fenómeno particular y es que se piensa que la educación no formal es un plan B, ante la imposibilidad de acceder a otras opciones. A corte de julio de este año las cifras del Ministerio de Educación indicaron que durante 2021 se matricularon 2.448.271 estudiantes a programas de educación superior y 503.586 a programas de ETDH.

De acuerdo con expertos, cada modelo está pensado y enfocado en cubrir diferentes necesidades del mercado, la educación no formal no debe verse como la segunda opción, sino como un camino que se puede seguir si se le quiere dar un nuevo enfoque a una profesión o puede ser la puerta a una oportunidad laboral que luego ayudará a la persona a profesionalizarse.

En ese sentido es importante encontrar la manera de compaginar ambos tipos de educación sin dejar de lado la calidad, al respecto María Isabel Carrascal, Gerente de educación, empleo y fomento empresarial de Compensar destaca que “en la Agencia de Empleo de Compensar le apostamos a la educación no formal pues es el camino para que un trabajador adquiera nuevas competencias, siga aprendiendo y se sienta valorada por sus conocimientos y habilidades; es así como anualmente recibimos y ofrecemos capacitación gratuita a más de 170 mil personas”, explicó.

De acuerdo con las cifras del DANE, para agosto de este año la tasa de desempleo fue de 10.6% lo que representó una disminución de dos puntos con respecto al mismo periodo de 2021, sin embargo, una cifra de dos dígitos es muestra de que hay fallas en el sistema pues las personas no tienen claras sus opciones, no saben qué modelo de educación se adapta mejor a sus necesidades y por ende a la hora de buscar empleo, muchas veces fracasan.

En ese sentido Carrascal resalta “es importante ver la educación como un todo y así poder responder a las necesidades del sector productivo, pero además hay que reconocer los aprendizajes previos que tienen las personas, ese conocimiento previo que uno gana durante toda su vida y que a veces tiende a no reconocerse, evaluar las habilidades de cada quien nos permite enfocar a las personas hacia una mejor formación”.

Finalmente destaca que en estos momentos de cambio para el país es importante que se establezca un acercamiento tanto desde las aulas hacia las empresas y su cultura, como desde las compañías hacia los centros educativos, “las prácticas profesionales no pueden darse hacia el final del estudio, es una actividad que debería estar durante todo el proceso de formación” puntualiza Carrascal.

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