De ritual pagano europeo a ícono de regocijo en el trópico.
Cuando el sol comienza a ocultarse más temprano y el aire anuncia el descenso de la temperatura en el hemisferio norte, es señal de que una de las épocas más queridas del año está cerca: la Navidad. Y con ella, un elemento que bajo ninguna circunstancia puede faltar: el árbol de Navidad.En Colombia, cada diciembre las ciudades, pueblos, barrios populares, centros comerciales y apartamentos citadinos se llenan de una magia especial. Centenares de familias se dedican a vestir y decorar sus árboles, que varían desde los frondosos y plásticos, hasta los que conservan la tradición de las ramas secas o los que nacen de la creatividad infinita, transformando materiales reciclados en auténticos símbolos festivos. Lo cierto es que, entre luces, esferas y estrellas, el árbol ocupa un lugar primordial en los hogares colombianos. Pero, ¿cuál es el verdadero origen de esta tradición que hoy es indispensable en la Navidad y cómo llegó a un país tan lejano de sus orígenes?
Un viaje a las raíces europeas
La historia del árbol navideño está envuelta en relatos que se entrecruzan, pero lo que sí es seguro es que su costumbre tiene raíces muy antiguas en Europa.
El origen se remonta a las antiguas civilizaciones escandinavas. Estas culturas, en medio de la crudeza del solsticio de invierno, veneraban y decoraban los árboles de hoja perenne, pues representaban el triunfo de la vida sobre la muerte y la persistencia de la naturaleza frente a la oscuridad.
Con el paso de los años, esta práctica se arraigó particularmente en la región que hoy conocemos como Alemania. Para el siglo VIII, el misionero San Bonifacio llegó a estas latitudes invernales. Tras descubrir que los habitantes realizaban devociones paganas al pie del Yggdrasil (un roble dedicado al dios Thor), decidió talar el árbol. En su lugar, proclamó al abeto de hoja perenne como el nuevo árbol sagrado, que representaría la vida eterna asociada al cristianismo.
Más tarde, en el siglo XVI, la tradición dio un paso más con Martín Lutero, a quien se le atribuye la idea de agregar velas colgadas al árbol, un antecedente directo de las luces que hoy lo iluminan. Así, lo que comenzó como un ritual pagano de las culturas del norte, se transformó y se integró a la religión cristiana, simbolizando a la vida y la reconciliación.
De Alemania: La Cuna más Aceptada
Aunque países como Letonia (1510) y Estonia (1441) figuran en el debate, la versión más extendida ubica el nacimiento del árbol de Navidad moderno en Alemania.
Edad Media: Los alemanes comenzaron a crear los "árboles del paraíso", adornados con manzanas para representar el Jardín del Edén, y eran exhibidos cada 24 de diciembre en la festividad de Adán y Eva.
Popularización: La costumbre se consolidó y viajó a otros países europeos. En Inglaterra, se popularizó gracias al príncipe Alberto, de origen alemán, y la reina Victoria, cuya imagen familiar reunida alrededor del árbol fue publicada en 1848, causando un furor que la llevó a cruzar el Atlántico.
El Árbol en el Hogar Colombiano: Tradición y Creatividad
La expansión global del árbol de Navidad, y su impacto ambiental por la tala, llevó al surgimiento de los primeros árboles artificiales en Alemania, hechos inicialmente con plumas de ganso teñidas. Estos fueron reemplazados progresivamente hasta llegar al plástico, que hoy domina el mercado global, incluyendo a Colombia.
En la Navidad colombiana, el árbol ha adoptado su propia identidad. La tradición se manifiesta de diversas maneras, reflejando la creatividad y las posibilidades de cada familia:
Lo tradicional: Árboles de plástico, frondosos, que emulan los abetos europeos.
Lo antiguo: El uso de "chamizos" o ramas secas, decoradas con adornos sencillos.
Lo innovador: Diseños que surgen del ingenio local, transformando cartón, tapas, retazos o materiales reciclados en auténticos símbolos de la fiesta.
El Significado que Perdura
Más allá de su material o tamaño, el árbol conserva su potente significado. En la tradición cristiana, su forma triangular representa a la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Los elementos que lo visten también tienen un propósito:
| Elemento | Significado Cristiano |
| Hoja Perenne | La vida eterna. |
| Luces | La luz de Cristo sobre los creyentes. |
| Estrella/Punta | La fe que guía la vida cristiana. |
Desde los chamizos de las abuelas hasta los modernos diseños con luces LED, el árbol de Navidad en Colombia sigue siendo, ante todo, un recordatorio de vida, esperanza y unión familiar. Cada árbol, grande o pequeño, cuenta una historia distinta que se ilumina al mismo tiempo, celebrando la magia de diciembre.











